top of page

L

 

Se dice que una sociedad democrática es una sociedad libre. Y, para que dicha libertad exista, es necesario que los miembros de la propia sociedad adquieran conocimientos y aptitudes, es decir, se alfabeticen y adquieran una cierta cultura en todas ( o en la mayoría) de las ramas del árbol del saber. Sin embargo, son muy pocos los estados y las instituciones que propugnan la alfabetización de sus ciudadanos.

Paradójicamente, los estados democráticos y liberales, que son los que más medallas se cuelgan en su pechera en nombre de la cultura, son los que más desprecian dicha institución desprestigiando la educación y las actividades culturales (visita de los museos, cines, teatros, bibliotecas...) aumentando el precio, permitiendo que solamente los adinerados tengan derecho a la cultura, perpetuando una sistema bárbaro que se sustenta en varios pilares. Uno de ellos es la ignorancia del pueblo.

Y para ello bombardean a la población con telebasura, suben las tasas universitarias, no fomentan la lectura y las ganas de aprender en los alumnos, vendiendo una cultura de pan y circo mientras meten las tijeras de la represión que podan los árboles del saber.

 

 

¿QUÉ ES LA CULTURA?

 

Las antiguas civilizaciones definían cultura como el arte de cultivar. Sin embargo, la palabra "cultura" es más comúnmente asociada en tres sentidos básicos:

  • Excelencia en el gusto por las bellas artes y las humanidades, también conocida como alta cultura

  • Un patrón integral de conocimiento humano, creencia y comportamiento que depende de la capacidad para el pensamiento simbólico y el aprendizaje social

  • El grupo de actitudes compartidas, valores, metas y prácticas que caracterizan a una institución, una organización o un grupo

Cuando el concepto surgió en Europa, entre los siglo XVIII y XIX, se refería a un proceso de cultivación o mejora, como en la agricultura u horticultura. En el siglo XIX, pasó primero a referirse al mejoramiento o refinamiento de lo individual, especialmente a través de la educación, y luego al logro de las aspiraciones o ideales nacionales. A mediados del siglo XIX, algunos científicos utilizaron el término "cultura" para referirse a la capacidad humana universal. Para el antipositivista y sociólogo alemán Georg Simmel, la cultura se refería a "la cultivación de los individuos a través de la ingerencia de formas externas que han sido objetificadas en el transcurso de la historia".En el siglo XX, la "cultura" surgió como un concepto central de la antropología, abarcando todos los fenómenos humanos que no son el total resultado de la genética. Específicamente, el término "cultura" en la antropología americana tiene dos significados:

  • La evolucionada capacidad humana de clasificar y representar las experiencias con símbolos y actuar de forma imaginativa y creativa; 

  • Las distintas maneras en que la gente vive en diferentes partes del mundo, clasificando y representando sus experiencias y actuando creativamente.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el término se volvió importante, aunque con diferentes significados, en otras disciplinas como estudios culturales, psicología organizacional, sociología de la cultura y estudios gerenciales.

Las miles de personas en el mundo que intentamos contribuir al desarrollo intelectual de la especie humana consideramos que la cultura no debe ser privilegio de unos cuantos como en los siglos pasados donde las clases dominantes la transformaron en un distintivo social, donde aquellos que poseían dinero podían dominar económica, política y socialmente al pueblo, el conjunto de la clase trabajadora que, como siempre es la base de todo estado.

 

La revolución tecnológica de los años 60 con la aparición de la radio y la televisión permitiría una información más directa a la población, poniendo cara a las noticias, intentando influir en la opinión pública de una manera más directa.

 

Asimismo, la progresiva alfabetización de la sociedad y el aumento en la producción del número de libros y su fácil acceso por parte de la población gracias a los bajos costes o a la creación de bibliotecas públicas y centros culturales permite a la propia población culturizarse, estar informada y ser menos manejable por el poder político

bottom of page